26.6.03

- Disculpe senorita que la moleste en un momento asi, pero al acercarme a usted no pude evitar percibir su perfume, huele tan bien, que en serio es una pena que a su aroma le falten varias cosas como: una mordida en el cuello curada con humedad de labios, la fuerza de sus piernas bien sujetas a una cadera ajena, musica para bailar desnuda en noches lluviosas, olvida por supuesto, una piel tostada con sol en mares de abril, el ruido que su oido percibe de los caracoles.
Siendo exigente, siento la ausencia de un orgasmo bien gritado, rasgunos en la espalda, la embriaguez que provoca un coctel de aliento y sudor batido en su entrepierna bajo una noche estrellada. Con mucho gusto quisiera ayudarle a completar su aroma e incluso agregarle mas cosas que no recuerdo o conozco aun, pero hay un obstaculo entre nosotros muy grande...

- Abel, ya no pierdas tiempo, carajo!!, termina de preparar el cuerpo de la senorita Colunga, en unas horas empieza el sepelio y ese ataud pesa mucho.

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