6.10.03

Falta que nos aclare eso.


- El siguiente por favor.

- Buenas noches. Me llamo Maurice Danilov, y soy un pingüino alcohólico.

- ¿ Está ebrio en este momento? ? preguntó el coordinador del grupo doble A.

- Un poco, sí, para no caerme. Trabajo desde muy joven en un circo
haciendo una variedad de actos, desde magia hasta rutinas cómicas. Acabamos de llegar a esta ciudad. Aproveché que mis compañeros están armando las carpas y butacas para venir a esta reunión, de otra forma me sería imposible.
Como podrán darse cuenta por mi acento no soy de aquí, vengo de
Francia, aunque no podría asegurarles que nací en ese país, pero mi educación y primeros recuerdos como soy provienen de ahí.
Quizá les extrañe el hecho de que sea un pingüino con acento francés quien les hable, ¿pero a quién mas podía recurrir ? si el mismo veterinario del circo no entendía como es que puedo hablar, con mayor razón se declaró incompetente para atender mi caso de alcoholismo. Pobre hombre, la frustración terminó arrojándolo a los leones.

Nuestro circo es muy famoso y respetado. La fama que nos precede
me ha permitido probar todo tipo de bebidas alrededor del mundo, desde la
cerveza alemana mas fina hasta los pulques mas babosos de la Ciudad de México, pasando por los mates sudamericanos y whiskys escoceses.
No espero de las personas un trato preferencial, tan solo quiero vivir
tranquilamente. He sentido curiosidad por aprender mas cultura que nuevos
trucos circenses, por eso aprendí a leer con uno de nuestros niños acróbatas, el único sobreviviente del intento mas joven de triple salto mortal sin red. Ahora es el encargado de la taquilla, en su silla de ruedas.

¿ Cuándo toqué fondo? Sin lugar a dudas, el día que estuvimos bebiendo el
mago, y unos payasos malabaristas con las bailarinas, desde el final de la última función hasta unas horas antes de la primera del día siguiente. Recuerdo que traté de hacerle un exorcismo a una pizza hawaiana doble queso, recitando la Divina Comedia de Alighieri sobre el cuerpo desnudo de una masoquista.
Por éstas y otras situaciones que no viene al caso comentar, he desechado la idea de hablar un día frente al público del circo, ¡ imaginen el escándalo, la histeria de las personas ! No soportaría provocar una tragedia de esa magnitud. - y Maurice sacudió su cola.

- ¿ Por qué bebe Maurice ? - preguntó el coordinador del grupo - falta que nos aclare eso.

- Bebo para olvidar- respondió.

- ¿ Olvidar qué ?

- ¡ Ya lo olvidé !

- Entonces, Maurice, ¿ por qué seguir bebiendo ?

- Por el miedo a recordar - escondió la mirada entre el pico y la pata derecha.

- ¿ Qué tiene miedo de recordar?

- El por qué bebo para olvidar.

De pronto llegaron varias personas del circo : la bala humana, el hombre fuerte,la chica lanzadora de cuchillos y el maestro de ceremonias.

- ¡ Nos llevamos al pingüino ! - gritaron amenazantes.

- Un momento, él tiene un problema y necesita ayuda, ¿ piensan dejarlo así? - el coordinador retrocedía junto a las demás personas tratando de cubrir a Maurice.

- El guía a los otros animales del circo en los actos, desde que el domador empezó con su problema de zoofilia.

- ¡Aún así los denunciaremos por maltrato animal, esto no se puede quedar así !

- Por favor, ¿ quién va a creerle a un grupo de alcohólicos anónimos, que
escucharon hablar a un pingüino con acento francés, y que además dice ser
alcohólico ?

El hombre fuerte arrastró a Maurice. Mientras la mujer balanceaba unos cuchillos, guiñó un ojo al coordinador.


El circo de Maurice Danilov jamás volvió.
Algunos dicen que se perdió en una tormenta cruzando el mar. Otros dicen que hubo una epidemia de tristeza en Ciudad Industrial y todos murieron, tratando de salvarla con su espectáculo.


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