22.10.03
Retrato
No importa que día sea.
Lleva los zapatos en la mano izquierda. En la calle empedrada hay una alfombra de humedad iluminada débilmente por las estrellas. Un farol encendido. La flama moviéndose al ritmo de pasos mudos. El viento le acaricia el cabello con sus dedos invisibles.
Al abrazarla, impregna a la noche con su perfume.
No importa que día sea.
Lleva los zapatos en la mano izquierda. En la calle empedrada hay una alfombra de humedad iluminada débilmente por las estrellas. Un farol encendido. La flama moviéndose al ritmo de pasos mudos. El viento le acaricia el cabello con sus dedos invisibles.
Al abrazarla, impregna a la noche con su perfume.