15.8.04
cosas que uno escribía cuando
tenía dieciocho y escuchaba indeciso una mezcolanza de géneros musicales,
leía entre otros a isaac asimov en lugar de poner atención a las pocas clases que tomaba, superman había muerto y batman estaba inválido,
tomé las primeras cervezas en un auto prestado,
igual que hoy el sexo opuesto era un agradable misterio con todo y sus accidentes,
buscaba algunas respuestas definitivamente perdidas.
Para no enloquecer sin algo que lo probara:
Las voces por los canales de comunicación siempre sonaban impersonales, como si no le pertenecieran a cuerpo alguno:
- campo uno, aquí oveja siete, retire el escudo
- oveja siete manténgase en estacionario y envíe clave de acceso. Las defensas lo tienen asegurado.
- roger, hago estacionario en 2.5.7 con ustedes a las tres viento cincuenta nudos terrestres, velocidad 507 TH y bajando. También vemos sus defensas.
- clave confirmada oveja siete, descienda en el segunda cuadrante de la rampa 37; bienvenidos.
- campo uno, tocaremos tierra en aproximadamente veinte minutos, empezando proceso de limpieza bx5.
A pesar de su inmensa extensión, la base receptora de cargueros parecía insignifacnte en la inmensidad del desértico planeta Nedola. Solamente la combinación de tecnología sideral y humana conseguían aprovechar sus recursos para no ser considerado una piedra perdida en el espacio. El cielo grisáceo se manchaba con los colores de las banderas que portaban las poderosas naves, muestra del auge aliado.
Dan Seiketsu tal vez jamás soñó con llegar a ese lugar y tiempo, y sin embargo, la realidad de próspero comerciante lo acompañaba desde hacia tiempo.
Igual que el antiguo habitante de silicio implantado en su cabeza.
solo eso son.
tenía dieciocho y escuchaba indeciso una mezcolanza de géneros musicales,
leía entre otros a isaac asimov en lugar de poner atención a las pocas clases que tomaba, superman había muerto y batman estaba inválido,
tomé las primeras cervezas en un auto prestado,
igual que hoy el sexo opuesto era un agradable misterio con todo y sus accidentes,
buscaba algunas respuestas definitivamente perdidas.
Para no enloquecer sin algo que lo probara:
Las voces por los canales de comunicación siempre sonaban impersonales, como si no le pertenecieran a cuerpo alguno:
- campo uno, aquí oveja siete, retire el escudo
- oveja siete manténgase en estacionario y envíe clave de acceso. Las defensas lo tienen asegurado.
- roger, hago estacionario en 2.5.7 con ustedes a las tres viento cincuenta nudos terrestres, velocidad 507 TH y bajando. También vemos sus defensas.
- clave confirmada oveja siete, descienda en el segunda cuadrante de la rampa 37; bienvenidos.
- campo uno, tocaremos tierra en aproximadamente veinte minutos, empezando proceso de limpieza bx5.
A pesar de su inmensa extensión, la base receptora de cargueros parecía insignifacnte en la inmensidad del desértico planeta Nedola. Solamente la combinación de tecnología sideral y humana conseguían aprovechar sus recursos para no ser considerado una piedra perdida en el espacio. El cielo grisáceo se manchaba con los colores de las banderas que portaban las poderosas naves, muestra del auge aliado.
Dan Seiketsu tal vez jamás soñó con llegar a ese lugar y tiempo, y sin embargo, la realidad de próspero comerciante lo acompañaba desde hacia tiempo.
Igual que el antiguo habitante de silicio implantado en su cabeza.
solo eso son.
